Cuando necesitas liquidez, surge la duda: ¿pedir un préstamo personal o usar tu tarjeta de crédito? Ambas opciones son válidas, pero se adaptan a necesidades distintas. Aquí te mostramos sus ventajas y desventajas.
Préstamo personal
Pros
- Monto fijo y plazo definido: sabes cuándo terminas de pagar.
- CAT y tasa más bajas en montos grandes.
- Puede usarse para consolidar deudas más caras.
Contras
- Comisiones de apertura o penalización por prepago.
- Menos flexibilidad: recibes todo el dinero de una vez.
- Difícil ampliar monto sin nueva solicitud.
Tarjeta de crédito
Pros
- Línea revolvente: usas y pagas solo lo que necesitas.
- Meses sin intereses y recompensas (puntos, cashback).
- Flexibilidad para compras recurrentes o emergencias pequeñas.
Contras
- Tasas altas si no pagas el total.
- Puede fomentar gastos hormiga.
- Pagar solo el mínimo alarga y encarece la deuda.
¿Qué elegir?
Si tu necesidad es puntual y grande (ej. consolidar deudas, estudios, inversión en negocio), conviene un préstamo personal. Si buscas flexibilidad para gastos variables, la tarjeta es tu aliada, siempre pagando a tiempo.
Tip: puedes combinar ambos. Usa préstamo para deuda grande y tarjeta solo para gastos controlados y pagos sin intereses.
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