Para una microempresa, cada peso cuenta. La clave está en combinar hábitos de ahorro con el tipo de crédito correcto, alineado a tu flujo de caja y a tus metas de crecimiento.
Plan de ahorro operativo
Separa finanzas desde el día uno
Cuenta del negocio, registros y un “sueldo del dueño”. Mejora control, impuestos y perfil crediticio.
Construye colchón de 1–3 meses
Ahorra un % fijo de cada venta hasta cubrir gastos fijos y nómina. Evita atrasos y uso caro de tarjeta.
Calendario de flujo de caja
Anticipa picos y valles. Programa compras e inventario según estacionalidad para no “ahorcar” la caja.
Crédito que impulsa (no asfixia)
Capital de trabajo con crédito revolvente
Para inventario y operaciones del mes. Úsalo, paga, vuelve a usar; mantén utilización < 40%.
Crédito simple para equipo y mejoras
Activos con vida útil larga → plazos más largos. Alinea pagos al ahorro de costos o al aumento de ventas.
Factoraje para cobrar antes
Convierte cuentas por cobrar en liquidez. Útil si vendes a 30–60 días; compara costo vs. beneficio.
Indicador de cobertura (DSCR)
Meta: > 1.3. Si tu flujo operativo / servicio de deuda < 1, evita endeudarte más hasta ajustar operación.
Opciones de financiamiento (resumen)
Producto | Para | Plazo típico | Ventajas | Considera |
---|---|---|---|---|
Revolvente | Capital de trabajo | 12–36 meses | Flexibilidad y reutilización | Cuida la utilización |
Crédito simple | Activos/expansión | 24–60 meses | Pagos fijos, tasa clara | Compara CAT y comisiones |
Factoraje | Cuentas por cobrar | 30–90 días | Liquidez inmediata | Costo vs. margen |
Leasing | Equipo/vehículos | 24–48 meses | Beneficio fiscal, menos desembolso | Condiciones al final del contrato |